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El impacto de las tecnologías de la información se extiende a un ritmo vertiginoso. Los vehículos no son una excepción. La revolución que vive la industria de la automoción la vemos materializada en pantallas cada vez más grandes y prestaciones que trascienden la barrera tradicional del transporte.

Esto es, «tan solo», lo que se vislumbra en la superficie. Una nueva realidad en la que muchos han dejado de alardear de potencia, maniobrabilidad o respuesta en sus coches para hacer lo propio con la prestaciones tecnológicas, las bondades gráficas del panel de instrumentos o las posibilidades de los sistema de infoentretenimiento.

Fabricantes como Hyundai son muy conscientes de que estamos al inicio de una revolución en cuanto a conectividad se refiere. Así lo reflejan sus modelos que ya participan de la integración entre smartphone y vehículo.

No obstante, esa transición tecnológica, como tantos aspectos de nuestras vidas, se ha visto alterada por el impacto del COVID-19. Desde Hyundai han elevado su apuesta para salvar estos momentos complicados. De este modo, el fabricante coreano se suma a las ayudas oficiales lanzadas por el Gobierno, bonificando hasta con 10.110 euros de descuento la adquisición de uno de sus modelos eléctricos.

Además, Hyundai ha flexibilizado las condiciones de acceso a su gama teniendo en cuenta la nueva situación e incrementado las exigencias higiénicas en sus concesionarios para convertirlos en espacios 100% seguros.

El coche conectado: un hito generacional

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La adaptación de las funcionalides del teléfono móvil al vehículo está requiriendo un esfuerzo mayúsculo en el desarrollo de nuevo software e interfaces. El primer y más importante desafío que ha acometido la industria es que la integración beneficie y no suponga un lastre añadido para la seguridad vial.

Al mismo tiempo, hemos vivido en un tiempo récord la implementación de herramientas como Apple CarPlay y Android Auto entre el software original que desarrollaban las compañías del sector de la automoción.

Los satisfactorios resultados que vemos a día de hoy dejan tras de sí años algo más convulsos. No podemos obviar que se trataba de un territorio virgen para las grandes tecnológicas. En 2014, Google no quería dejar pasar la oportunidad de crecer a costa de penetrar en el vehículo.

La industria de la automoción, por su parte, pretendía conservar una imagen propia ganada tras generaciones. También estaba en juego otro diamante en bruto: el control y la gestión de toda esa nueva y valiosa información sobre los conductores que el coche conectado iba a aportar.

El increíble viaje del móvil al interior del coche

El estreno de la década nos sirve para comprobar la respuesta conjunta de tecnológicas y fabricantes. La presencia de FacebookAmazonMicrosoftGoogle Apple (lo que conocemos como FAMGA) está ayudando al sector automotriz a acelerar sus metas de innovación.

Se está mejorando la experiencia de la conducción y alcanzado nuevos e impensables servicios. En este sentido, el Hyundai Kona y el Hyundai Ioniq, en sus diferentes variantes híbridas y eléctricas, dan buena cuenta de los últimos beneficios de la conectividad.

Su integración a través de las interfaces de los modelos y de la app Bluelink consigue una operatividad más intuitiva y segura durante la conducción a través de los mencionados Apple CarPlay, Android Auto o vinculando el móvil al vehículo a través de Bluetooth.

Una tecnología que hoy es más fácil adquirir gracias las mencionadas ayudas específicas de Hyundai. En esa línea, el Kona EV cuenta con un descuento que alcanza los 8.210 euros, mientras que en el Ioniq EV llegará hasta los 10.110 euros.

Las ayudas, además, van más allá del descuento. Entre otras prestaciones, se ofrece un punto de recarga (con su correspondiente instalación) de forma gratuita, ocho años de asistencia en carretera y el acceso a Bluelink, facilitando su conectividad.

Comprobamos hasta qué punto llega la nueva conectividad haciendo un repaso a cuatro de las áreas más destacadas según las funciones que ofrece a un vehículo:

  • En lo que se refiere a la seguridad vial, la asistencia a la conducción e, incluso, la eficiencia.
  • Integración de servicios de comunicación de los smartphones y de navegación.
  • Mejora de los sistemas de infoentretenimiento.
  • Nuevas prestaciones vía apps como Bluelink.

Asistencia a la conducción

Conocidos bajo las siglas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), las tecnologías de asistencia a la conducción constituyen el primer y esencial logro que el coche conectado pone sobre la mesa para aumentar la seguridad vial.

Según los expertos, el 90% de los siniestros viales vienen provocados por un error humano. El coche conectado, a través de los sistemas ADAS, pretende reducir este margen. La clave de esta solución reside en la comunicación entre vehículos e insfraestructura desarrollada durante la anterior década con la vista puesta en la consecución de la conducción autónoma plena.

Antes de llegar a ella, hay mucho que compañías como Hyundai pueden aportar. El fabricante coreano se ha adelantado a la normativa europea que hará obligatorio a partir de 2022 diferentes sistemas ADAS. Los introduce ya en vehículos como el Hyundai Kona mediante Hyundai SmartSense.

Estos incluyen:

  • Sistema de  asistencia a la frenada de emergencia con detección de peatones (Forward Collision-Avoidance Assist).
  • Sistema activo de cambio involuntario de  carril (Lane Keeping Assist).
  • Asistente de mantenimiento de carril (Lane Following Assist).
  • Detector de ángulos muertos (Blind-Spot Collision Warning y Rear Cross-Traffic Collision Warning).
  • Detector de fatiga del conductor (Driver Attention Warning).
  • Sistema de reconocimiento de señales de límite de velocidad (Intelligent Speed Limit Warning).

A través de una interfaz mejorada, el conductor puede gestionar estos sistemas de protección ADAS.

Comunicación y navegación

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La seguridad también se cuela en detalles como el diseño del cuadro digital de instrumentos, de la pantalla táctil LCD central del Hyundai Kona y la sencillez de la mencionada interfaz para mantener al máximo la atención en lo que ocurre en la carretera.

Además, este último es el principal objetivo del sistema Head Up Display (HUD). Hace más segura la conducción al facilitar la lectura de informaciones básicas como la velocidad, la navegación o avisos de emergencia sin apartar la vista de la carretera en ningún momento.

La tecnología Audio Display de la pantalla central permite realizar llamadas, gestionar la agenda telefónica de contactos o dictar mensajes mediante comandos de voz.

En cuanto al sistema de navegación, Hyundai ha desarrollado prestaciones propias que se plasman en mapas 3D y Lifetime MapcareTM. Estos incluyen mapas que se renuevan cada año y actualización del software sin coste adicional. La navegación se implementa gracias a la suscripción gratuita a Hyundai LIVE Services asociada a Bluelink.

El nuevo infoentretenimiento

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Toda esta tecnología de conectividad sirve de apoyo, también, a los sistemas de infoentretenimiento de los vehículos. A medida que nos vayamos acercando a la conducción autónoma, la experiencia de la conducción evolucionará.

Esto se traducirá en la aparición de un nuevo infoentretenimiento. Los modelos de Hyundai ya permiten echar un vistazo al futuro gracias a prestaciones como la de la búsqueda en línea de puntos de interés.

Podemos acceder a través de la pantalla táctil principal a toda nuestra música de forma sencilla y a diferentes apps de nuestro smartphone. Se trata de una muestra más de esa presencia personalizada del teléfono móvil en el vehículo.

Los beneficios son mutuos porque, además, en modelos como el Hyundai Kona, es posible la recarga del teléfono gracias a su espacio de carga inductivo (con estándar Qi) para teléfonos móviles.

Bluelink, el nexo definitivo entre móvil y coche

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En cuestión de software, la conectividad entre vehículos y móviles no es unidireccional. Es decir, no solo el vehículo nos ofrece funciones propias de nuestro smartphone, sino que este permite acceder a una serie de servicios relacionados con el vehículo.

Hyundai abrió esta posibilidad con la app Bluelink. Con ella podemos, en remoto, comprobar el estado del coche, realizar una seguimiento pormenorizado del vehículo o remitirle comandos específicos (por ejemplo, la activación del climatizador, bloqueo de puertas, etc.). De hecho, la función Find My Car localiza el coche en una mapa en todo momento.

Los servicios de los que dispone Bluelink también mejoran la navegación o la seguridad mediante el servicio eCall de llamada de emergencia.

Si conducimos un vehículo enchufable como el Hyundai Ioniq eléctrico o el Hyundai Kona eléctrico, Bluelink se torna aún más útil. Desde la app, podemos gestionar la recarga para realizarla de forma remota e, incluso, establecer una programación con las horas de inicio y fin.

Del mismo modo, Bluelink da acceso a Hyundai LIVE Services, un sistema que ofrece información actualizada  sobre el tiempo, el tráfico o los radares. Resultará también útil para que los conductores de los vehículos eléctricos de Hyundai encuentren puntos de recarga públicos adecuados en función, por ejemplo, del tipo de enchufe y estándar de carga.

Un largo y prometedor camino

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Como podemos comprobar, Hyundai se ha internado en un largo y prometedor camino que elevará la concepción actual del automóvil gracias a las nuevas funciones que presenta la conectividad.

Estas ya son una realidad en modelos como el Hyundai Ioniq eléctrico, el Hyundai Kona híbrido o el Hyundai Kona eléctrico. Los nuevos sistemas de conectividad nos acompañarán hacia una nueva manera de conducir apoyando a los conductores en coches cada vez más controlados por software con actualizaciones automáticas que mejoren sus prestaciones y sean más intuitivos. El objetivo: aumentar seguridad y comodidad.